Los legisladores de Florida han fracasado en el pasado al aprobar medidas básicas de seguridad diseñadas para reducir las lesiones y muertes por parapente. En la sesión de 2014, tendrán otra oportunidad de aprobar regulaciones mínimas de seguridad para una de las actividades turísticas más populares y actualmente peligrosas del estado.
La senadora de Florida Maria Sachs (D-Delray Beach) anunció este mes que tiene la intención de volver a presentar el proyecto de ley White-Miskell cuando comience la sesión legislativa de 2014 el 4 de marzo de 2014. El proyecto de ley, nombrado en honor a Amber May White y Kathleen Miskell, quienes murieron en accidentes de parapente separados en Pompano Beach, Florida, fracasó en la sesión de 2013.
“Espero que nuestros líderes estatales no esperen otra tragedia para implementar el tipo de regulaciones básicas de seguridad que podrían salvar vidas y prevenir lesiones que cambian la vida”, dice Jason B. Chalik, un abogado de lesiones personales y defensor del consumidor con sede en Fort Lauderdale que ha representado a víctimas e familias lesionadas en media docena de casos de accidentes de parapente.
“La legislatura debe actuar ahora”, dice. “Nuestro estado ya no puede seguir mirando hacia otro lado; los turistas y nuestros propios residentes están en peligro”.
El Sr. Chalik ha sido un defensor destacado de establecer requisitos de seguridad razonables y estatales para los operadores comerciales de parapente. La petición de su firma para apoyar la Ley Amber May exige regulaciones básicas para lo que actualmente es una industria sin regulación.
Si se aprueba, el proyecto de ley White-Miskell prohibirá el parapente comercial en condiciones peligrosas, como cuando una tormenta eléctrica esté a menos de siete millas de la zona o cuando los ráfagas de viento excedan los 25 millas por hora. La legislación también establece pautas básicas para el equipo de seguridad y la navegabilidad de los buques.
El anuncio de la senadora Sachs llega tras la última tragedia de parapente de Florida. Un accidente el 1 de julio en Panama City Beach hizo titulares nacionales cuando dos chicas de 17 años fueron enviadas a edificios y líneas de energía cercanas. Las autoridades dicen que la cadena de eventos se inició cuando el cable que conectaba el parapente al barco se rompió. La Comisión de Pesca y Vida Silvestre de Florida dice que los fuertes vientos y una fuerte tormenta fueron un factor principal en el incidente. Una de las jóvenes víctimas sufrió fracturas espinales, una fractura de cráneo y una lesión cerebral en el caos. Los miembros de la familia anticipan un largo camino de recuperación para ambas chicas.
Florida tiene un largo historial de lesiones y muertes por parapente. En los últimos 13 años, se han producido 26 accidentes de parapente en el estado. De ellos, al menos 35 personas resultaron heridas y seis murieron. A pesar de estas estadísticas, los legisladores estatales se han negado a aprobar cualquier regulación sobre las operaciones comerciales de parapente independientes.
Un duro editorial del Sun Sentinel publicado el 18 de julio critica a los legisladores por no implementar incluso las reglas de seguridad más mínimas. El periódico comparó los estándares del estado con los de una nación del Tercer Mundo donde la falta de supervisión gubernamental amenaza la seguridad del consumidor. El medio de comunicación es solo uno de los muchos que piden un cambio mucho necesario y rápido en la industria del parapente.