No usar el cinturón de seguridad contribuye a más fatalidades que cualquier otro comportamiento relacionado con la seguridad vial. Un estudio realizado en 2010 mostró que el 63% de las personas fallecidas en accidentes de coche no llevaban puesto el cinturón de seguridad.
La Administración Nacional de Seguridad Vial estima que los cinturones de seguridad salvan 15.000 vidas cada año. Ninguna cantidad de prácticas de conducción seguras, bolsas de aire y calificaciones de seguridad en caso de accidente pueden garantizar este mismo nivel de seguridad para los ocupantes del vehículo.
Cuando un vehículo está involucrado en un accidente de coche, el coche se detiene en el punto de impacto. Sin embargo, las personas dentro del coche siguen moviéndose hacia adelante. Si no hay nada para detener el cuerpo de volar hacia adelante, las consecuencias a menudo incluyen:
- Quemaduras, cortes y laceraciones
- Huesos rotos
- Daño a órganos internos
- Conmoción cerebral o whiplash
- Lesión cerebral o de la médula espinal traumática
- Parálisis
En muchos casos, la muerte es otro peligro común de no abrocharse el cinturón. No hay duda de que usar el cinturón de seguridad es la forma más efectiva para evitar estas consecuencias traumáticas, costosas y que cambian la vida.
Desafortunadamente, incluso los conductores más cautelosos y seguros pueden ser víctimas como resultado de un conductor imprudente. Si usted o alguien que conoce ha resultado herido en un accidente causado por otro conductor negligente, no dude en obtener ayuda inmediatamente.
Al presentar una demanda por lesiones, es posible que pueda recuperar daños para pagar facturas médicas, salarios perdidos y sufrimiento emocional. Para obtener más información sobre este proceso, hable hoy mismo con un abogado de accidentes de automóvil.